jueves, 30 de diciembre de 2010

RECOMENDACIONES SOBRE PREVENCIÓN Y CONTROL DE INSECTOS PLAGAS

RECOMENDACIONES SOBRE PREVENCIÓN Y CONTROL DE INSECTOS PLAGAS
DE GRANOS ALMACENADOS
Las pérdidas por ataques de insectos en granos almacenados son cuantiosas a nivel mundial,
calculándose por encima del 10%, esto se agrava en países tropicales como el nuestro, en donde la
temperatura favorece el desarrollo de los insectos.
Los efectos principales del ataque de los insectos en granos almacenados son: pérdida de peso
(encubierta a veces por los cambios del contenido de humedad), disminución del poder germinativo
(por el daño al embrión) y los cambios resultantes de un calentamiento espontáneo debido a la actividad
de los insectos, y que puede conllevar a un ataque por hongos, además de producirse pérdidas en valor
nutritivo, sabor y olor.
Uno de los principales problemas a nivel mundial, en cuanto a almacenamiento de granos, es que los
medios disponibles son simples depósitos que no impiden el ataque de las plagas, ni crean un medio
inconveniente para éstas. En la mayoría de los casos, el uso de insecticidas es el único método de
control, cuando no se adoptan adecuadas medidas de prevención
http://www.infoagro.net/shared/docs/a3/5.2Granos_y_prods_almac(20_a_27).pdf

Control de insectos en almacenamiento de Grano

Ing. Guillermo Laitano

Conservacion y proteccion de los granos almacenados

La conservación y protección de los granos almacenados constituye una necesidad alimenticia social y económica. Desde que los seres humanos empezaron a acumular reservas de una manera organizada, particularmente las de tipo alimenticio, trataron de buscar los mejores medios para asegurar su subsistencia.
Actualmente, el almacenaje se ha convertido en una práctica de elevado contenido técnico, gracias a la acumulación de experiencias a lo largo de miles de años. Asociar el almacenaje con la política actual de implantar reservas reguladoras debe llevar a conservar científicamente los granos, y a solucionar múltiples factores físicos, químicos y biológicos que se encuentran íntimamente conectados con esta compleja actividad. La cosecha en la época adecuada, la limpieza, el secado, los almacenes adecuados en cuanto a ubicación, orientación y proyecto, los silos con sistemas de aireación, y la calidad del producto durante el período del almacenaje, determinan su conservación.
Los granos almacenados se consideran como una masa porosa, constituida por los mismos granos y el aire intersticial. Constituyen un material biológico vivo, que usa el oxígeno del aire de los intersticios y deja libre el gas carbónico. Por ello, tienden a deteriorarse por un proceso natural. Bajo condiciones ambientales favorables a la actividad metabólica, el fenómeno de la respiración se transforma en el principal agente responsable del deterioro. Este deterioro puede evaluarse, en muchos casos, a través de la pérdida del vigor de las semillas, desarrollo de hongos, pérdida de capacidad de panificación, incremento de la acidez, endurecimiento, etc.
El almacenaje, que se considera una etapa final del proceso de producción, puede verse afectado por los siguientes factores.
  1. Uso de semillas no seleccionadas.
  2. Condiciones adversas durante la cosecha.
  3. Ataque de plagas y enfermedades durante el cultivo.
  4. Permanencia innecesaria del producto en la planta tras la maduración fisiológica.
  5. Daños mecánicos en la cosecha, limpieza, transporte, clasificación y manejo del grano en general.
  6. Secado inadecuado o inoportuno.
  7. Almacenaje inadecuado.
Por lo tanto se hace necesario que durante el período almacenaje, la conservación y la protección de los granos almacenados se realice de una manera segura, eficiente,
técnicamente viable y económicamente factible. Dentro del contexto de la conservación y protección de los granos almacenados se tratarán aquí los métodos para un control eficiente de los insectos, roedores y hongos.

Insectos de los granos almacenados

Los insectos que atacan los granos almacenados tienen características propias que los distinguen de los que se encuentran en la mayor parte de los cultivos. Son pequeños, prefieren los sitios oscuros, son capaces de esconderse en grietas muy reducidas y se caracterizan por su elevada capacidad de reproducción, lo que permite que pocos insectos formen una población considerable en muy poco tiempo. Por esta razón, una pequeña infestación inicial pueda dañar dentro de pocos meses una gran cantidad de granos almacenados.
Los insectos que atacan los granos almacenados se dividen en primarios y secundarios, según su tipo de alimentación. Los insectos primarios tienen la capacidad de atacar los granos enteros y sanos. Algunos insectos que pertenecen a este grupo pasan sus etapas inmaduras en el interior del grano y sólo los adultos pueden ser observados en la superficie. Otro grupo de insectos primarios vive y se desarrolla afuera de los granos y se alimenta del embrión o germen (figura 1). Los insectos secundarios son los que no consiguen atacar los granos enteros. Se alimentan de los granos quebrados, partículas de granos y polvos que quedan después del ataque de los insectos primarios (figura 2). Algunos de los insectos de este grupo se alimentan también de los hongos que se desarrollan en los granos húmedos.
Concepto, ciclo de vida y características
Concepto. Los insectos son animales artrópodos, cuyo cuerpo está cubierto de un tegumento denominado exoesqueleto y está dividido en tres partes distintas: cabeza, tórax y abdomen. En la cabeza están los órganos de los sentidos y el aparato bucal, mientras que el tórax contiene los tres pares de patas y las alas; en el abdomen están los órganos digestivos y respiratorios. Los insectos respiran a través de traqueas que son pequeños tubos membranosos y ramificados que se comunican con el exterior por medio de orificios llamados estigmas.
Figura 1. Adulto del gorgojo de los graneros, Sitophilus granarius (L.)
Figura 2. Larva y adulto del gorgojo de la harina, Tribolium confusum J. du Val.
Ciclo de vida. Los insectos que atacan los granos almacenados pertenecen al orden Coleoptero (pequeños escarabajos llamados "gorgojos") y al orden Lepidoptero (pequeñas mariposas, palomillas o polillas). Se desarrollan a través de la metamorfosis (cambio de forma) que puede ser gradual o incompleta y completa.
  1. Metamoforsis gradual o incompleta: i) huevo; ii) ninfa (semejante al adulto, de tamaño menor y sin alas); y iii) adulto.
  2. Metamorfosis completa: i) huevo; ii) larva (forma vermiforme, bien diferenciada del adulto); iii) pupa (estado de reposo cuando la larva se transforma en adulto); y iv) adulto.
La mayor parte de los insectos de los granos almacenados se desarrollan a través de la metamorfosis completa. Ponen el huevo dentro o sobre la superficie del grano, que pueden ser de varias formas y tamaños. Después del período de incubación, que varía de una especie a otra dan origen a las formas inmaduras o larvas (figura 3).
Figura 3. Huevos depositados sobre la superficie del grano.
La larva, que representa la etapa comprendida entre la eclosión del huevo y la de pupa, presenta dos características bien definidas: alimentación y crecimiento. Durante el crecimiento consume una cantidad de alimento varias voces mayor que su propio peso (figura 4).
Figura 4. Larva del gorgojo del arroz, Sitophilus orizae (L.).
En la etapa de pupa, el insecto sufre cambios profundos, internos y externos. Es un período de reposo aparente, a lo largo del cual adquiere las características de adulto (figura 5). La etapa de insecto adulto, escarabajo o mariposa, tiene como principal función la reproducción y diseminación de la especie (figura 6).
Figura 5. Pupa.
Figura 6. Adulto del gorgojo de los granos.
Características. Los insectos de los granos almacenados presentan características apropiadas para el ambiente en donde se desarrollan y viven. Son pequeños, se movilizan en los espacios intersticiales de la masa de granos y están adaptados para vivir en un ambiente oscuro.
Los escarabajos o "gorgojos" son resistentes y de tamaño pequeño, lo que les permite movilizarse en los reducidos espacios que existen entre los granos, así como en las grandes profundidades de los silos, donde los granos se encuentran sometidos a grandes presiones. Las palomillas o polillas son frágiles y, por lo general, permanecen sobre la superficie de la masa de granos debido a su incapacidad de penetrar en ella, por lo que causan menores daños que los gorgojos o escarabajos. Todos los insectos que atacan los granos almacenados se caracterizan por su alta capacidad de proliferación.
Principales insectos
1) Gorgojo de los cereales (Sitophilus spp.)
Existen tres especies que son plagas importantes de los cereales almacenados; el gorgojo de los graneros o del trigo, Sitophilus granarius (L.), el gorgojo del maíz, Sitophilus zeumais Motschulsky, y el gorgojo del arroz, Sitophilus orizae (L.). Las especies Sitophilus orizae y Sitophilus zeumais son prácticamente idénticas. Aunque las dos especies pueden encontrarse a menudo atacando el mismo producto, se ha observado que S. zeamais es el principal responsable por las infestaciones que preceden a la cosecha, debido a la mayor tendencia de la especie a volar. Ponen los huevos dentro del grano y la larva, que no tiene patas, hace un túnel y se alimenta en el interior del grano. Desde que la hembra pone los huevos hasta la salida del adulto se requieren de 30 a 40 días, bajo condiciones climáticas favorables. Cada hembra puede poner aproximadamente 300 huevos (figura 7).
Figura 7. Larva y adulto del gorgojo de los cereales, Sitophilus spp.

2) Pequeño barrenador o taladrilla de los granos (Rhyzopertha dominica F.)
En general ataca a la mayoría de los granos. El adulto mide alrededor de 3 mm de largo y su tamaño puede variar según el ambiente en el que se desarrolla. Cada hembra puede poner de 400 a 500 huevos en la parte posterior del grano. Desde el momento en que ponen los huevos hasta la salida del adulto son necesarios 30 días para su desarrollo bajo condiciones climáticas favorables (figura 8).
Figura 8. Larva y adulto del pequeño barrenador de los cereales, (Rhyzopertha dominica F.)
3) Polilla o palomilla de los cereales (Sitotroga cerealella)
Es una pequeña mariposa de coloración amarilla pajiza, que se reconoce fácilmente por estar siempre volando en el almacén o andando rápidamente por sobre los granos o los sacos. Bajo condiciones ideales necesita 35 días para complementar su ciclo evolutivo. El promedio de huevos que pone la hembra, a los dos o tres días luego de que sale del grano, es cercano a 80. Los adultos no se alimentan y no viven más que unos cuatro días (figura 9).
Figura 9. Polilla de los cereales (Sitotroga cerealella)
4) Gorgojo de la harina (Tribolium confusum, Tribolium castaneum)
Como estos insectos adultos o sus larvas no tienen mandíbulas muy resistentes, no son capaces de atacar granos enteros y sanos; atacan harinas y granos quebrados o dañados por otros insectos. Son pues, insectos secundarios. El adulto mide de 3 a 4 mm de ancho y posee el cuerpo muy ancho y ligeramente plano. El Tribolium castanaeum es un poco menor que el Tribolium confusum. La hembra pone de 300 a 500 huevos en el exterior de los granos. El desarrollo, desde el huevo hasta el adulto, necesita 30 a 35 días en condiciones favorables (figura 10).
Figura 10. Gorgojo de la harina (Tribolium confusum, Tribolium castaneum)
5) Gorgojo del frijol (Acanthoscelides obtectus)
Posee el cuerpo compacto, de 3 a 4 mm de largo, y es similar a las demás especies de bruquidos. Inicia su ataque en el campo. Las hembras ponen los huevos en el interior de las vainas y después del nacimiento las larvas se introducen en los granos. Cada hembra puede poner unos 100 huevos. El período de desarrollo del insecto es de 23 a 27 días bajo temperaturas óptimas. Los adultos viven poco tiempo, alrededor de 20 días. Varios insectos pueden desarrollarse dentro de una misma semilla. La infestación se reconoce porque los granos de frijol presentan minúsculos orificios de entrada del insecto. Además del Acanthoscelides obtectus, el Zabrotes subfasciatus es también responsable por grandes daños al frijol almacenado (figura 11).
6) Polilla o palomilla de las harinas (Plodia interpunctella)
Ataca los cereales, sobre todo al trigo, maíz y arroz. Es una pequeña mariposa de color gris oscuro, con un tercio de base clara, blanco grisáceo. Cada hembra pone un promedio de 170 huevos, a los tres o cuatro días de nacer. Los adultos viven alrededor de 10 días. El período para su desarrollo es de unos 30 días en condiciones favorables. Durante el día tiende a evitar la luz, permaneciendo quieta, y es de noche cuando presenta mayor capacidad de vuelo (figura 12).
Figura 11. Gorgojo del frijol (Acanthoscelides obtectus)
Figura 12. Polilla o palomilla de las harinas (Plodia interpunctella)
7) Polilla o palomilla del cacao (Ephestia cautella)
Aparte del cacao, ataca cereales, granos oleaginosos, raíces y tubérculos secos. Es una pequeña mariposa, de color gris. Cada hembra pone alrededor de 200 huevos, a los tres a cuatro días de nacer. Los adultos viven más o menos cuatro días. El desarrollo desde el huevo al adulto es de 20 a 30 días en condiciones favorables. Estas polillas son activas, sobre todo al amanecer y durante toda la noche (figura 13).
Figura 13. Polilla o palomilla del cacao (Ephestia cautella)
Daños
Los daños y perjuicios provocados por los insectos de los granos almacenados pueden ser similares a los causados a los cultivos. Se estima que del cinco a 10 por ciento de la producción mundial se pierde a causa de los insectos, lo que equivale a la cantidad de granos necesaria para alimentar a 130 millones de personas anualmente. Estos valores no consideran otros daños, como son el calentamiento de la masa de granos, la diseminación de hongos, los costos de las medidas de control, etc. Se pueden mencionar algunos tipos de daños, tales como: el daño directo, el daño indirecto y daño ocasionado por los tratamientos químicos.
El daño directo sucede cuando los insectos consumen el grano, alimentándose del embrión o endospermo, lo que causa pérdida de peso, reducción de la germinación y menos cantidad de nutrientes. Por consiguiente, su cotización en el mercado disminuye. Otro daño directo es la contaminación por las deposiciones, las telas formadas por las polillas y los cuerpos de los insectos o parte de los mismos. Existe también el daño que ocasionan en las estructuras de madera, en instalaciones y en los equipos, los que ofrecen escondrijo para otros insectos y establecen así focos de infestaciones (figura 14).
Figura 14. Daño directo causado por los insectos.
Los daños indirectos son el calentamiento y la migración de la humedad, la distribución de parásitos a los seres humanos y a los animales, y el rechazo del producto por parte de los compradores. Los granos pueden calentarse como resultado directo de un ataque de insectos. A este fenómeno se le denomina bolsa de calor, debido a que los granos poseen una baja conductividad térmica y las pequeñas cantidades de calor generadas por los insectos no se disipan. La alta temperatura estimula a los insectos a una mayor actividad, lo que resulta en la formación de nuevos focos, hasta que toda la masa de granos se encuentra infestada y caliente (figura 15).
Entre los daños causados por el tratamiento químico contra los insectos, los más importantes son los costos de los insecticidas, los equipos utilizados en el tratamiento fitosanitario y los residuos tóxicos, que afectan al trabajador y al consumidor (figura 16).
Figura 15. Daños indirectos causados por los insectos.
Figura 16. Tratamiento químico contra los insectos, que puede ocasionar daños al producto
Medidas de sanidad y controles preventivos
Las medidas de sanidad pretenden eliminar los insectos o, por lo menos, reducir su multiplicación. Los controles preventivos sirven para complementar otros métodos de control. Para administrar un control integrado, preventivo y curativo, es muy importante que se haga a menudo una inspección del almacén y del producto.
Inspección
La inspección es el paso más importante del control preventivo y tiene como objetivo encontrar las probables fuentes de infestación y contaminación. Debe inspeccionarse el grano cuando se lo recibe y con cierta regularidad durante el período de almacenamiento. Los factores a observar durante la inspección son: la humedad, la temperatura, el índice de infestación, los hongos, las materias extrañas, las impurezas y la contaminación por roedores y pájaros.
Preparación y limpieza de la unidad almacenadora
Antes de ocupar nuevamente una unidad de almacenaje se debe limpiar cuidadosamente la parte interna y externa del almacén. En el área alrededor de las instalaciones se debe observar si hay acumulación de granos, depósitos de sacos, hierba alta, aberturas por donde podrían entrar los pájaros y roedores, goteras en el techo y filtraciones en las paredes laterales. Se debe también desinfectar toda el área alrededor de la unidad almacenadora en el período entre cosechas (figura 17).
Figura 17. Preparación y limpieza de la unidad almacenadora.
Se deben tomar medidas para que el almacén se conserve siempre limpio, no solamente las paredes y pisos, sino también todos los equipos que allí estén. En el período entre cosechas, la parte interna del almacén y los equipos deben ser desinfectados con insecticidas de buena capacidad residual. Tales medidas contribuirán a que el nuevo lote de granos no se infeste durante su almacenaje (figura 18).
Figura 18. Medidas para que el almacén y los equipos se conserven limpios.
Otra medida de control preventivo se refiere al uso de envolturas resistentes a la penetración de insectos. Esta resistencia dependerá del material usado, de su espesor y del sistema de cierre o costura de tales envolturas. Entre los materiales más resistentes están las películas policarbonadas, el poliester, las hojas de aluminio, las películas de polietileno, el papel celofán y el papel kraft.

MIP Control de roedores

Existe la necesidad de continuar investigando y desarrollando técnicas sensitivas y seguras para medir y calcular pérdidas y de encontrar métodos más prácticos, efectivos y económicos, pero hablando en general, la tecnología para un efectivo control de roedores está disponible. La conservación de productos almacenados puede ser alcanzada a través de una aplicación de modo sistémico, bien planeada y dedicada.
El tema de control de roedores se discute mucho entre agricultores, agrónomos y gente en general. Cada grupo tiene su teoría favorita sobre cómo realizar el control de estas plagas. Pero la realidad es que una sola técnica de control no es adecuada en la mayoría de los casos y generalmente se requiere una combinación de técnicas. Consideraciones importantes que deben tenerse presente son:
(1) En el control de roedores en el almacenaje, el objeto es reducir el daño. Por lo tanto, el número de roedores muertos no es el factor más importante; los roedores vivos que aún quedan en las bodegas son los que van a continuar haciendo daño.
(2) El exterminio de las ratas es prácticamente imposible; sin embargo, con la aplicación de medidas adecuadas se puede lograr un eficiente control capaz de mantener la población a niveles suficientemente bajos para que no causen daños económicos.
Por lo tanto es muy importante que el programa de control de roedores sea permanente. La capacidad reproductiva de roedores es tal que se puede llegar a poblaciones altas en períodos muy cortos. Cuando las poblaciones de roedores han llegado a niveles altos, es demasiado tarde montar un programa de control.
Los métodos para control de roedores se pueden clasificar en tres categorías generales que son: métodos físicos, biológicos y químicos.

Métodos físicos
Los métodos físicos del control de roedores son los que emplean técnicas mecánicas para matar roedores (ej. trampas, palos, machetes, etc.), o barreras para excluir los animales de ciertos lugares. Excavando las madrigueras, o cazando roedores con perros son métodos antiguos pero populares. Son populares porque casi no tienen costo directo por materiales, y los resultados son visibles de inmediato Pero los costos en términos de tiempo y mano de obra son altos y los resultados en términos de reducción de las poblaciones de roedores son virtualmente inconsecuentes. El uso de trampas puede ser útil para capturar roedores que causen daño en un área limitada, pero generalmente es muy costoso y laborioso para ser efectivo en grandes áreas (Figuras 17, 18) Además, la invasión desde áreas vecinas puede reducir la eficacia de estos esfuerzos.
Métodos biológicos
El control biológico de roedores ha sido uno de los temas de mayor interés entre investigadores y otras personas interesadas en el control de daño de roedores. Los métodos biológicos más sugeridos como soluciones al problema incluyen: la introducción de predadores, enfermedades o parásitos, modificación del habitat, manipulación genética y variedades resistentes de cosechas. La mayoría de estas soluciones tienen fallas de teoría o de practicabilidad
Métodos químicos
Después de muchas observaciones, se ha comprobado que el método más efectivo para el control de roedores es el uso de rodenticidas. Es conveniente caracterizar los toxicantes usados para control de roedores en dos categorías amplias: (a) los agudos o de acción rápida ejemplificada por el fosfuro de zinc; (b) los crónicos, que actúan lentamente después de varias dosis. Entre los venenos crónicos, o de acción lenta están los anticoagulantes como difacinona, warfarina y cumarina. Ambos tipos de rodenticidas, los agudos, as' como los crónicos tienen ciertas ventajas y desventajas. (Figuras 23 y 24).

Venenos agudos
Hasta los últimos años de la década de los 40, los tóxicos agudos eran los únicos rodenticidas disponibles (Tabla 2). Aun se usan mucho y son preferidos por muchas personas a pesar de ser relativamente poco eficaces. Los roedores que sucumben a tóxicos agudos lo hacen rápidamente, dentro de unas pocas horas de consumir una cantidad pequeña del cebo.
Mucha gente, al ver los roedores muertos poco después de aplicar pequeñas cantidades de cebo, con poca labor, piensa que este método es un control efectivo y barato. Sin embargo, el desarrollo rápido de síntomas de intoxicación muy a menudo hace que los roedores cesen de comer antes de ingerir una dosis letal.
Los animales que sobreviven tienen una aversión al tóxico o al cebo (conocida como "timidez del cebo"), que puede durar 3 a 4 meses y durante este período no comerán más del mismo cebo.
Los efectos de "timidez del cebo" pueden ser disminuidos por la técnica de of recer cebos sin tóxico durante unos días antes de usar cebo envenenado (precebar), pero aun con esta práctica es difícil obtener más de un 60 - 70% de control de poblaciones de roedores con tóxicos agudos.
La capacidad reproductiva de los roedores es tan alta que las poblaciones se recuperan rápidamente después de un programa de control no muy efectivo y por eso el tratamiento debe repetirse varias veces. De tal modo, el tratamiento que originalmente parecía barato, puede resultar con costos bien altos.
Además, los venenos agudos son casi igualmente tóxicos a una gran variedad de animales. Generalmente no hay un antídoto ni tiempo para usar tratamientos sintomáticos. Envenenamiento accidental de humanos, animales domésticos o animales silvestres benéficos, aumentan los costos de usar tóxicos agudos. Las ventajas percibidas y las verdaderas desventajas de los tóxicos agudos son resumidas en la Tabla 3. En general, los tóxicos agudos son fáciles de usar pero ineficaces.

Uso de rodenticidas
Los productos químicos venenosos. son útiles para combatir infestaciones de roedores aunque todavía no se ha producido un rodenticida universalmente eficaz, que cumpla con todos los requisitos en todas las circunstancias. De los numerosos materiales que hoy se encuentran en el mercado, la mayoría tienen una u otra falla.
Los requisitos de seguridad para la protección de seres humanos, ganado, aves de corral, animales domésticos, etc., determinan la selección de los métodos de envenenamiento para control de roedores. Por razones discutidas anteriormente los únicos rodenticidas que pueden recomendarse son los venenos crónicos. De todas maneras, son venenos; ningún rodenticida conocido es completamente seguro en su uso. Aunque los rodenticidas crónicos son considerados menos peligrosos para los seres humanos y para los animales domésticos, pueden, bajo ciertas condiciones, causar la muerte. Los cebos deben colocarse en lugares de fácil acceso para las ratas y ratones, pero que no lo sean para niños ni otros animales. Los cebos deben estar al alcance de todos los roedores durante suficiente tiempo hasta que se logre el exterminio de la población. Los recipientes de cebo se deben inspeccionar con tanta frecuencia como sea necesaria para mantener un suministro adecuado de cebo fresco y aceptable. Se debe colocar estratégicamente un número adecuado de recipientes de cebo. En ciertos lugares donde no se dispone fácilmente de agua puede ser conveniente utilizar cebos líquidos (Figura 25).
Recuerde que cualquier tipo de veneno es peligroso y por lo tanto se debe manejar con cuidado. Siga las instrucciones de los fabricantes.
Este folleto no pretende presentar información de forma muy técnica sobre la efectividad de diferentes compuestos químicos u otros métodos de control de roedores. Son demasiado numerosos y los que son apropiados en un lugar no son apropiados en otros lugares u otras condiciones. Tomando en cuenta la gran diversidad de condiciones ecológicas y ambientales en América Latina balo las cuales se presenta problemas de roedores como plagas de productos almacenados, es obvio que ningún programa, o técnica de control puede garantizar éxito total en todos los casos. El uso de uno u otro método o producto depende de las condiciones existentes en cada situación.


  • Recuerde siempre que cualquier producto tóxico debe estar fuera del alcance de niños y/o personas irresponsables,







  • Siga cuidadosamente las instrucciones detalladas en las etiquetas de esos productos.







  • No fume ni coma mientras esté trabajando con venenos; lávese con agua y jabón después de manejarlos.







  • Queme las bolsas o empaques que hayan contenido venenos o rodenticidas.







  • Entierre profundamente los roedores muertos a causa de venenos, evitando que sean consumidos por otros animales
  • Roedores

    hábitat de los roedores

     hábitat de los roedores

    Los roedores son una categoría de mamíferos cuya característica principal es la dentición con un único par de incisivos que pueden ser anchos, curvados o semicirculares, al frente de cada mandíbula, categoría que congrega distintas especies: conejos, jerbos, hamsters, chinchillas, cobayos, ardillas, etc, aunque se contabilizan unos 400 géneros y unas 2000 especies. En los roedores tanto los labios como los incisivos, presentan un cuasi mecanismo: los incisivos tienen sus extremos en terminaciones afiladas y a modo de cincel, los roedores los utilizan para roer, los labios en conjunto con los incisivos, recogen la comida roída pero este sistema mandíbula-incisivos les sirve a estos mamíferos también para construir sus nidos y excavar madrigueras. roedores-clases
    Su espacio habitual de vivienda es el terrestre –están en todas las regiones del mundo pues han ido a donde viajara el hombre- y el acuático, siempre que sea de agua dulce, dado que no hay roedores marinos. Una de las características sobresalientes de esta categoría de mamíferos es su condicioón de ser hiper prolíficos. Los roedores, en algunas de sus especies, llegan a tener entre 8 y 10 crías por camada, tener seis camadas anuales, con un período de gestación de 21 a 23 días, razón por lo que algunos roedores se han constituido a lo largo de la historia de la humanidad en temidas plagas, con gran peligro para las cosechas y también, para los graneros donde se almacenan los granos. Claro que además, hay especies dentro de esta categoría de mamíferos que se han constituido en un peligro para la humanidad. Algunos roedores como la rata gris y la rata negra, por ejemplo, son causantes de la transmisión de graves enfermedades. Por contrapartida, especies de ratas y ratones como la albina, han sido fundamentales en la investigación científica dado que son utilizadas como animales de laboratorio, mientras que los conejillos y los hamsters son mascotas que los niños adoran tener en sus casas.

    Los roedores y sus patologías

    roedores-venenoLos roedores son agentes de transmisión de distintas, y algunas, muy graves enfermedades. Por ejemplo la leptospirosis es una enfermedad con más de 150 variantes algunas patógenas y que está originada por la bacteria del género leptospira y ataca por igual al ser humano como a los animales. En particular afecta al hígado y los riñones, con síntomas como fiebre, decaimiento, migrañas, orina casi color sangre y hasta en algunos casos, ictericia, desarrollando cuadros agravados en meningitis. Otra enfermedad, pero parasitaria, es la triquinosis que la origina un nematodo denominado trichinella spiralis y ataca a quizás, todo tipo de mamífero. Se produce por ingestión de carne enquistada con larvas en los músculos del animal y que se liberan en el estómago derivando al intestino delgado. Algunas veces, se agrava el cuadro al punto de desencadenar la muerte del infectado. Una enfermedad causada por roedores y que llegó a ser peste que diezmara poblaciones enteras en épocas pasadas es la peste bubónica originada en la bacteria conocida como yersinia o pasturella pestis. En la actualidad es patología de ratas y roedores en general quedando la población humana infectada sólo en forma accidental. La infección en esta peste se sitúa en los ganglios linfáticos, y puede tener derivaciones respiratorias, llegando a ser mortal si no es tratada. Una enfermedad triste y reconocidamente argentina es la fiebre hemorrágica. Afecta particularmente a las poblaciones rurales en zonas cerealeras, y es conocida también como ‘mal de los rastrojos’, atacando en particular a varones adultos, que tienen en las tareas de la cosecha su actividad principal, pero también afecta a los animales, que en definitiva, son quienes la transmiten al hombre.

    Dengue y Dengue hemorrágico

    La fiebre del dengue y dengue hemorrágico (DH) son enfermedades febriles agudas, transmisibles en los trópicos, en África y en Sudamérica, aunque en estos últimos tiempos se esta dando en Europa y Norteamérica. Causadas por cuatro virus (DEN-1, DEN-2, DEN-3 ó DEN-4) estrechamente relacionados con los serotipos del género Flavivirus, de la familia Flaviviridae.[1] También conocida como fiebre rompe-huesos o quebrantahuesos (la quebradora en Nicaragua y otros países centroamericanos) —caracterizada por fiebre y dolor intenso en las articulaciones y músculos, inflamación de los ganglios linfáticos y erupción ocasional de la piel—, posee una extensión geográfica similar a la de la malaria, pero a diferencia de ésta, el dengue se encuentra a menudo en zonas urbanas de los países tropicales, incluyendo Singapur, Taiwán, Indonesia, India, Brasil, Venezuela, Paraguay, noreste de Argentina y Bolivia entre otros. Cada serotipo es bastante diferente, por lo que no existe protección y las epidemias causadas por múltiples serotipos pueden ocurrir. El dengue se transmite a los humanos por el mosquito Aedes aegypti, el cual es el principal vector de la enfermedad en el hemisferio occidental, aunque también es transmitido por el Aedes albopictus, no siendo posible el contagio directo de una persona a otra




    Síntomas

    Esta enfermedad infecciosa se manifiesta por un inicio repentino de fiebre —que puede durar de 3 a 5 días, aunque rara vez persiste por más de una semana—, dolores de cabeza, musculares y en las articulaciones (artralgias y mialgias, dolores por los que el dengue es conocido como la quebradora, fiebre rompe-huesos, fiebre quebrantahuesos o enfermedad rompe-huesos) y erupciones en la piel. El dengue se caracteriza por erupción de color rojo brillante llamada petequia —suele aparecer, en primer lugar, en las extremidades inferiores y el tórax de los pacientes, de donde se extiende para abarcar la mayor parte del cuerpo. También puede presentarse gastritis con una combinación de dolor abdominal, y en casos presenta estreñimiento, pudiendo llegar a complicaciones renales, hepáticas o edema de bazo, náusea con sensación de sabor amargo y percepción distorsionada del sabor de los alimentos, vómitos y diarrea y en algunos casos se da el sangrado de nariz o encías.

    Algunos casos desarrollan síntomas mucho más leves que pueden, cuando no se presente la erupción, ser diagnosticados como gripe u otras infecciones virales. Así, los turistas de las zonas tropicales pueden transmitir el dengue en sus países de origen, al no haber sido correctamente diagnosticados en el apogeo de su enfermedad. Los pacientes con dengue pueden transmitir la infección sólo a través de mosquitos o productos derivados de la sangre y sólo mientras se encuentren todavía febriles.

    El dengue clásico dura alrededor de 6 a 7 días, con un pequeño síntoma de fiebre en el momento del final de la enfermedad (el llamado "patrón bifásico". Clínicamente, la recuperación suele acompañarse de fatiga, linfadenopatía y leucopenia con linfocitosis relativa. El recuento de plaquetas bajará hasta que la temperatura del paciente sea normal. En algunos casos, se observan trombocitopenia (menos de 100.000 plaquetas por mm3) e incremento de las aminotransferasas.

    Los casos de dengue hemorrágico muestran mayor fiebre acompañada de fenómenos hemorrágicos, trombocitopenia y hemoconcentración. En una pequeña proporción de casos se experimenta el síndrome de shock por dengue (SSD) que tiene una alta tasa de mortalidad.

    Diagnóstico

    El diagnóstico de dengue, por lo general, se realiza clínicamente. La característica clásica es fiebre alta sin indicio alguno de infección previa, así como una erupción con petequias, relativamente leucopenia y trombocitopenia. Existen también diversas pruebas en sangre para determinar si el paciente es portador del virus o presenta los anticuerpos generados por él.

    La definición de la OMS de la fiebre hemorrágica de dengue ha estado en uso desde 1975. Los cuatro criterios necesarios para diagnosticar la enfermedad son:[3]

    1. Fiebre
    2. Tendencia hemorrágica (prueba de torniquete positiva, hematomas espontáneas, sangrado de las mucosas, encías, el lugar de la inyección, etc; vómitos de sangre o diarrea sanguinolenta) y trombocitopenia (menos de 100.000 plaquetas por mm3 o también estimado como menos de 3 plaquetas por cada campo de alta resolución en la observación microscópica).
    3. Prueba de fugas de plasma (hematocrito más de 20% superior a lo previsto o caída de hematocrito del 20%, o más, del valor inicial, después de la infusión de líquidos por vía endovenosa, debido a derrame pleural, ascitis e hipoproteinemia).
    4. Síndrome de shock por dengue (SSD), que se define como el dengue hemorrágico, más:

    * Débil pulso acelerado,
    * Reducción de la presión del pulso (menos de 20 mm Hg) o,
    * Frío, piel húmeda y agitación.

    Como estudios complementarios, la serología y la RCP (Reacción en cadena de la polimerasa) suelen ser usados para confirmar el diagnóstico del dengue.

    Tratamiento

    No hay un medicamento específico para tratar la infección del dengue. La base del tratamiento para esta enfermedad es la terapia de apoyo. El aumento de la ingesta de líquidos orales se recomienda para prevenir la deshidratación. Para aliviar el dolor y la fiebre es muy importante evitar la aspirina y los fármacos antiinflamatorios no esteroides, ya que estos medicamentos pueden agravar la hemorragia asociada con algunas de estas infecciones, por sus efectos anticoagulantes[4] , en su lugar los pacientes deben tomar paracetamol (acetaminofén), aunque éste es sólo un paliativo.

    Existen evidencias de que los pacientes con síntomas febriles que presuman el dengue no deben ser expuestos a cambios de temperatura por contacto (agua u otros), porque se determinó que el efecto exacerba los signos de la enfermedad, poniendo en duda la aplicación de medios físicos en estos casos.

    La suplementación con líquidos intravenosos puede llegar a ser necesaria para prevenir la deshidratación y la importante concentración de la sangre si el paciente es incapaz de mantener la ingesta oral. Una transfusión de plaquetas está indicada en casos raros, si el nivel de plaquetas disminuye significativamente (por debajo de 20.000) ó si hay hemorragia significativa.

    La presencia de melena puede indicar hemorragia digestiva interna, que requiere de plaquetas y/o de la transfusión de glóbulos rojos. Nuevas pruebas sugieren que el ácido micofenólico y la ribavirina inhiben la replicación del virus.[5]

    Epidemiología
    Distribución mundial del dengue, 2006. Rojo: Dengue epidémico. Azul: Aedes aegypti.

    Las primeras epidemias se produjeron casi simultáneamente en Asia, África y América del Norte en 1780. La enfermedad fue identificada y nombrada como tal en 1779. Una pandemia mundial comenzó en el sudeste de Asia en los años 1950 y 1975 por dengue hemorrágico —que se ha convertido en una de las principales causas de muerte entre los niños de diversos países de esa región—. El dengue como epidemia se ha vuelto más común desde la década de 1980. A principios de los años 2000, el dengue se ha vuelto la segunda enfermedad más común de las transmitidas por mosquitos y que afectan a los seres humanos —después de la malaria—. Existen alrededor de 40 millones de casos de dengue y varios cientos de miles de casos de dengue hemorrágico cada año. Hubo un grave brote en Río de Janeiro, en febrero de 2002, que afectó a alrededor de un millón de personas y mató a 16.

    El 20 de marzo de 2008, el secretario de salud del estado de Río de Janeiro, Sérgio Côrtes, anunció que 23.555 casos de dengue, incluyendo 30 muertes, se han registrado en el estado en menos de tres meses. Côrtes dijo, "Estoy tratando esto como una epidemia debido a que el número de casos es muy elevado." El ministro federal de salud del estado, José Gomes Temporão, también anunció que estaba formando una brigada para responder a la situación. Cesar Maia, alcalde de la ciudad de Río de Janeiro, negó que exista un grave motivo de preocupación, diciendo que la incidencia de casos fue, de hecho, la disminución de su punto máximo a principios de febrero.[6] El 3 de abril de 2008, el número de casos notificados aumentó a 55.000[7]

    Importantes brotes de dengue tienden a ocurrir cada 5 ó 6 años. La ciclicidad en el número de casos de dengue, se piensa que, es el resultado de los ciclos estacionales que interactúan con una corta duración de la inmunidad cruzada para las cuatro cepas en las personas que han tenido el dengue. Cuando la inmunidad cruzada desaparece, entonces la población es más susceptible a la transmisión, sobre todo cuando la próxima temporada de transmisión se produce. Así, en el mayor plazo posible de tiempo, se tienden a mantener un gran número de personas susceptibles entre la misma población a pesar de los anteriores brotes, puesto que hay cuatro diferentes cepas del virus del dengue y porque nuevos individuos son susceptibles de entrar en la población, ya sea a través de la inmigración ó el parto.
    Distribución mundial del dengue, 2000

    miércoles, 29 de diciembre de 2010

    Manejo Integrado de Plagas (MIP) en el sector agroalimentario

    La plaga son todos aquellos animales que compiten con el hombre en la búsqueda de agua y alimentos, invadiendo los espacios en los que se desarrollan las actividades humanas. Constituye uno de los más importantes vectores para la propagación de enfermedades.
    Las plagas más usuales en las industrias agroalimentarias son:
    • Insectos como los rastreros (cucarachas, hormigas, gorgojos), comen de noche y aun en presencia humana, y los insectos voladores (moscas)
    • Roedores, los cuales desarrollan una alta adaptabilidad al medio ambiente, son prolíficos, voraces, comen durante la noche y cerca de los nidos.
    • Aves, las cuales son voraces y reinvaden.
    Los daños que ocasionan las plagas son los siguientes:
    • Perdidas economicas
    • Potenciales demandas por alimentos contaminados
    • Productos mal utilizados para su control.
    Ademas de las perdidas economicas se le suman los daños en las estructuras fisicas del establecimiento y la perdida de imagen de la empresa.
    Las plagas mas comunes como las moscas y roedores, son capaces de contaminar e inutilizar grandes cantidades de alimentos, por ejemplo, 20 ratas son capaces de contaminar 1000kg de producto en 15 dias de la cual, solo la cuarta parte sera recuperable para su utilizacion.
    Con respecto a las enfermedades, las plagas actuan como vectores de las mismas. Es decir, son capaces de llevar consigo agentes como bacterias, virus y protozoos. Estos ultimos son los responsables de numerosas afecciones, tanto en el hombre como en los animales. Por ejemplo, las bacterias pueden ocasionar conjuntivitis, diarreainfantil, tifus, colera, tuberculosis, etc. Los protozoos ocasionan amebiasis, tripanosomiasis (ej: Mal de Chagas), etc. Y los virus provocan poliomielitis y hepatitis.
    El MIP es la utilizacion de todos los recursos necesarios, por medio de procedimientos operativos estandarizados, para minimizar los pligros ocasionados por la presencia de plagas. A diferencia del control de plagastradicional (sistema reactivo), el MIP es un sistema proactivo que se adelanta a la incidencia del impacto de las plagas en los procesos productivos.
    Para garantizar la inocuidad de los alimentos, es fundamental protegerlos de la incidencia de las plagas mediante el adecuado manejo de las mismas.
    El manejo de las plagas en tambos, granjas, campos, silos y otros establecimientos de producción primaria, hace a la sanidad de las materias primas que se utilizarán posteriormente en la elaboración de alimentos por parte de la industria transformadora. En este eslabon de la cadena agroalimentaria el MIP constituye uno de los pilares básicos de las Buenas Practicas Agrícolas (BPA).
    La aplicación de BPM es fundamental si se aspira a asegurar la inocuidad de los alimentos. Este camino continúa con la implementación del sistema de Analisis de peligros y Puntos Criticos de Control (HACCP), importantisimo a la hora de logar alimentos saludables y seguros para los consumidores.
    El MIP como requisito previo al sistema HACCP consiste en realizar tareas en forma racional, continua, preventiva y organizada para brindar una mayor seguridad en la inocuidad de los alimentos, mejorar la calidad de los mismos, disminuir las perdidas por productos alterados, y lograr un sistema de registro del programa implementado para mejorar de manera continua su gestión.
    
    

    MIP:
    El manejo de plagas en tambos, granjas, campos, silos y otros establecimientos
    englobados en la producción primaria, hace a la sanidad de las materias primas
    que se utilizarán posteriormente en la elaboración de alimentos por parte de la
    industria transformadora. En este eslabón de la cadena agroalimentaria el MIP
    constituye uno de los pilares básicos de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
    Dentro de la industria transformadora, los canales de distribución y los
    consumidores intermedios, las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son el
    primer escalón hacia el aseguramiento de la inocuidad de los alimentos.
    Buena parte de las BPM se asientan sobre procedimientos estandarizados dentro
    de los cuales se destaca el MIP.
    La aplicación de BPM es fundamental si se aspira a asegurar la inocuidad de los
    alimentos. Este camino continúa con la implementación del sistema HACCP
    (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), importantísimo a la hora de
    lograr alimentos saludables y seguros para nuestros clientes.
    El MIP como pre-requisto del sistema HACCP consiste en realizar tareas en forma
    racional, continua, preventiva y organizada para brindar una mayor seguridad en la
    inocuidad de los alimentos, mejorar la calidad de los mismos, disminuir las
    pérdidas por productos alterados, y lograr un sistema de registro del programa
    implementado para mejorar de manera continua su gestión.
    Si bien el diseño, la puesta en marcha y la verificación de la evolución de un
    programa MIP es fundamental para la industria alimentaria, el mismo debe estar
    acompañado del diseño de registros de cada una de las tareas que se desarrollen
    en los distintos sectores de la planta.
    Esta documentación es sumamente importante para registrar el tipo de
    operaciones realizadas, los productos utilizados y las capturas producidas en cada
    uno de los sectores de la planta. Con la obtención de esta información, se podrán
    generar cuadros estadísticos, los cuales permitirán validar el programa
    implementado, logrando un mayor control sobre el sistema y generando una base
    de consulta a la hora de auditorías y verificaciones.
    La mariposa o gusano de seda (Bombyx mori) es una especie de insecto lepidóptero de la familia Bombycidae originaria del norte de Asia. Se cría hoy en muchas regiones del mundo para aprovechar el capullo que protege a su crisálida, constituido por un largo filamento de seda, producido por la oruga al retraerse para la metamorfosis. Aunque existen otras especies setíferas, B. mori es la más extendida, y la conocida habitualmente con este nombre.
    http://www.univarmexico.com/boletines/metamorfosis-oct-nov-2010-web.html
     exelente revista digital
    http://www.infoplagas.com/Apuntes/Bolet_Plagas.pdf

    Granos Almacenados

    Plagas

    Plaga

    plaga ha evolucionado con el tiempo desde el significado tradicional donde se consideraba plaga a cualquier animal que producía daños, típicamente a los cultivos. Actualmente debe situarse al mismo nivel que el concepto de enfermedad de forma que debe entenderse como plaga a una situación en la cual un animal produce daños económicos, normalmente físicos, a intereses de las personas (salud, plantas cultivadas, animales domésticos, materiales o medios naturales); de la misma forma que la enfermedad no es el virus, bacteria, etc., sino la situación en la que un organismo vivo (patógeno) ocasiona alteraciones fisiológicas en otro, normalmente con síntomas visibles o daños económicos.
    http://www.serviplagas.com/
    Somos una Empresa de Manejo Integrado de Plagas especializada en la Industria de Alimentos, con personal capacitado para realizar nuestros servicios en función de las BPF y demás normativas legales vigentes
    http://www.infoplagas.com/Apuntes/Bolet_Plagas.pdf
    MIP puede ser un régimen simple o complicado. Originalmente el principal foco de los programas MIP eran las plagas de la agricultura.[2] Por extensión los programas MIP también se aplican a enfermedades, malas hierbas y otras pestes que interfieren con el manejo de agricultura, jardinería, estructuras arquitectónicas, territorios silvestres, etc.

    controles primarios

  • Niveles aceptables de plagas. El énfasis está en “control” no en “erradicación”. MIP mantiene que la erradicación completa de una plaga es a menudo imposible y que intentarlo puede ser sumamente costoso, insalubre y en general irrealizable. Es mejor decidir cual es el nivel tolerable de una plaga y aplicar controles cuando se excede ese nivel (umbral de acción).




  • Prácticas preventivas de cultivo. La primera línea de defensa es seleccionar las variedades más apropiadas para las condiciones locales de cultivo y mantenerlas sanas, junto con cuarentenas y otras ‘técnicas de cultivo’ tales como medidas sanitarias (destruir plantas enfermas para eliminar la propagación de la enfermedad, por ejemplo).




  • Muestreo. La vigilancia constante es el pilar de MIP.[3] Se usan sistemas de muestreo de niveles de plagas, tales como observación visual, trampas de esporas o insectos y otras. Es fundamental llevar cuenta de todo así como conocer el comportamiento y ciclo reproductivo de las plagas en consideración. El desarrollo de los insectos depende de la temperatura ambiental porque son animales de sangre fría. Los ciclos vitales de muchos insectos dependen de las temperaturas diarias. El muestreo de éstas permite determinar el momento óptimo para una erupción de una plaga específica.




  • Controles mecánicos. Si una plaga llega a un nivel inaceptable, los métodos mecánicos son la primera opción. Simplemente cogerlos manualmente o poner barreras o trampas, usar aspiradoras y arar para interrumpir su reproducción.




  • Controles biológicos. Los procesos y materiales biológicos pueden proveer control con un impacto ambiental mínimo y a menudo a bajo costo. Lo importante aquí es promover los insectos beneficiosos que atacan a los insectos plaga. Pueden ser microorganismos, hongos, nematodos e insectos parasíticos y depredadores.




  • Controles químicos. Se usan pesticidas sintéticos solamente cuando es necesario y en la cantidad y momento adecuados para tener impacto en el ciclo vital de la plaga. Muchos de los insecticidas nuevos son derivados de sustancias naturales vegetales (por ejemplo: nicotina, piretro y análogos de hormonas juveniles de insectos). También se están evaluando técnicas ecológicas de herbicidas y pesticidas con base biológica.
  • controles primarios

  • Niveles aceptables de plagas. El énfasis está en “control” no en “erradicación”. MIP mantiene que la erradicación completa de una plaga es a menudo imposible y que intentarlo puede ser sumamente costoso, insalubre y en general irrealizable. Es mejor decidir cual es el nivel tolerable de una plaga y aplicar controles cuando se excede ese nivel (umbral de acción).

  • Prácticas preventivas de cultivo. La primera línea de defensa es seleccionar las variedades más apropiadas para las condiciones locales de cultivo y mantenerlas sanas, junto con cuarentenas y otras ‘técnicas de cultivo’ tales como medidas sanitarias (destruir plantas enfermas para eliminar la propagación de la enfermedad, por ejemplo).

  • Muestreo. La vigilancia constante es el pilar de MIP.[3] Se usan sistemas de muestreo de niveles de plagas, tales como observación visual, trampas de esporas o insectos y otras. Es fundamental llevar cuenta de todo así como conocer el comportamiento y ciclo reproductivo de las plagas en consideración. El desarrollo de los insectos depende de la temperatura ambiental porque son animales de sangre fría. Los ciclos vitales de muchos insectos dependen de las temperaturas diarias. El muestreo de éstas permite determinar el momento óptimo para una erupción de una plaga específica.

  • Controles mecánicos. Si una plaga llega a un nivel inaceptable, los métodos mecánicos son la primera opción. Simplemente cogerlos manualmente o poner barreras o trampas, usar aspiradoras y arar para interrumpir su reproducción.

  • Controles biológicos. Los procesos y materiales biológicos pueden proveer control con un impacto ambiental mínimo y a menudo a bajo costo. Lo importante aquí es promover los insectos beneficiosos que atacan a los insectos plaga. Pueden ser microorganismos, hongos, nematodos e insectos parasíticos y depredadores.

  • Controles químicos. Se usan pesticidas sintéticos solamente cuando es necesario y en la cantidad y momento adecuados para tener impacto en el ciclo vital de la plaga. Muchos de los insecticidas nuevos son derivados de sustancias naturales vegetales (por ejemplo: nicotina, piretro y análogos de hormonas juveniles de insectos). También se están evaluando técnicas ecológicas de herbicidas y pesticidas con base biológica.
  • Insectos

    Poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los insecticidas se comenzaron a usar en gran escala, unos entomólogos de California desarrollaron el concepto de manejo supervisado de insectos. En esa misma época unos entomólogos de Arkansas propiciaron una estrategia similar. Según este esquema el control de insectos era supervisado por entomólogos calificados y las aplicaciones de insecticidas se efectuaban siguiendo las conclusiones basadas en muestreos periódicos de la población de la peste y de la de sus enemigos naturales. Esto era visto como una alternativa a la aplicación de pesticidas según el calendario. El control supervisado se basaba en el conocimiento de la ecología y de un análisis de la proyección de los ritmos poblacionales de pestes y de sus enemigos naturales.
    El control supervisado era uno de los pilares conceptuales de manejo integrado que desarrollaron los entomólogos californianos en la década de 1950. El manejo integrado aspiraba a identificar la mejor combinación de controles químicos y biológicos para una plaga específica. Los insecticidas químicos debían usarse en la forma que causara la menor disrupción de los controles biológicos. El término integrado era así sinónimo con compatible. Los controles químicos se podían aplicar sólo después que un muestreo regular indicara que la plaga había alcanzado un cierto nivel (umbral económico) que requería tratamiento para evitar que la población llegara a un nivel dañino (nivel de daño económico) en el cuál las pérdidas económicas superaran los costos de medidas artificiales de control.
    El manejo integrado o MIP extendió el concepto a toda clase de plagas y se expandió para incluir otras tácticas además de las químicas y biológicas. Los pesticidas químicos se podían usar sólo como parte de un esfuerzo integrado y tenían que ser compatibles con otras tácticas de control para toda clase de plagas. Otras tácticas como resistencia de la planta alimento contra sus parásitos y manipulaciones de cultivo entraron a formar parte del arsenal de MIP. Éste se convirtió en un sistema multidisciplinario que incluía expertos en entomología, patología vegetal, nematodes y malezas.
    En los Estados Unidos MIP se volvió una política nacional en febrero de 1972 cuando el presidente Richard Nixon ordenó a las agencias federales que tomaran pasos propiciando el concepto de aplicación de MIP en todos los sectores significativos. En 1979 el presidente Jimmy Carter estableció un comité coordinador de agencias de MIP (IPM Coordinating Committee ) con la función de asegurar el desarrollo e implementación de las prácticas de MIP.(referencia: "The History of IPM", BioControl Reference Center

    manejo integrado de plagas (MIP)

    El manejo integrado de plagas –mejor conocido como MIP- se introdujo a gran escala en Indonesia a fines de los años 80, y hoy lo está promoviendo la FAO en más de 40 países de todo el mundo. El MIP permite a los agricultores vigilar y controlar las plagas en sus campos, reduciendo al mínimo absoluto la utilización de plaguicidas químicos costosos y potencialmente dañinos y peligrosos

    Se entiende como manejo integrado de plagas (MIP) o control integrado de plagas a una estrategia que usa una gran variedad de métodos complementarios: físicos, mecánicos, químicos, biológicos, genéticos, legales y culturales para el control de pestes. Estos métodos se aplican en tres etapas: prevención, observación y aplicación. Es un método ecológico que aspira a reducir o eliminar el uso de pesticidas y de minimizar el impacto al medio ambiente. Se habla también de manejo ecológico de plagas (MEP) y de manejo natural de plagas.